Algunos privilegiados pueden disfrutar de un superdeportivo o deportivos de alta gama como Pagani, Lamborghini, Ferrari, Aston Martin o Porsche. Para el resto de los amantes de las altas prestaciones, todavía quedan algunas alternativas muy interesantes. Cierto es, que la tendencia ha cambiado, y hemos pasado de coches con motores atmosféricos, con buena relación peso potencia, a autos con sobrepeso, que se compensa con motores turboalimentados con más caballos.
Hace unos días, tuvimos la oportunidad de probar dos coches japoneses, exponentes de la nueva camada de deportivos de «precio razonable».
El nuevo Honda Civic Type R es un 4 plazas de 4,59 metros con un motor de 2,0 litros turboalimentado que alcanza 329CV y 420 Nm. Tracción delantera y un peso de 1429kg.
El Toyota GR Yaris se ha convertido en un coche de culto, basado en su variante que disputa el WRC. Con un motor de 3 cilindros de 1,6 litros turboalimentado que desarrolla 261CV y 341 Nm. Tiene tracción total permanente mediante y pesa 1355kg en su versión básica.
Para compensar la diferencia de potencia, el GR Yaris ha sido actualizado con varias mejoras que son muy interesantes: diferenciales autoblocantes LSD Cusco adelante y atrás; coilovers Cusco Sport R; barras estabilizadoras y brazos de suspensión; línea completa de escape HKS; Intercooler HKS; Admisión HKS y reprogramación de ECU. Con estas modificaciones se estima que el auto pasó de los 260CV originales a unos 320CV.
Con las mejoras del Yaris los dos coches tienen un precio cercanos. El Type R sale en €54 850 (en Perú donde realizamos la prueba $55 000) y el GR €34 500 (en el mercado peruano $46 000 más casi $10000 en las modificaciones). O sea en Perú tener cualquiera de estos dos coches ronda los $55 000.
El interior de uno y otro, no tienen nada que ver, ni en posición de conducción, ni en habitabilidad. El Civic es un sedán mucho más espacioso, con unos asientos tipo báquet, delante muy cómodos y que sujetan muy bien. El Toyota no deja de ser un Yaris, con menos espacio para los ocupantes y una posición de conducción muy alta que no resulta tan deportiva.
Entrando en materia, hemos probado los dos coches en el circuito peruano de La Chutana. Los dos iban con las mismas ruedas, las Nexen Nfera sur4g.
Son dos coches totalmente diferentes, el GR es muy fácil de conducir, en las primeras vuelvas ya estábamos realizando tiempos competitivos. Gracias a la tracción total y los dos diferenciales es un coche que traza las curvas lentas y medias a mucha velocidad, y con la reprogramación de la centralita que se modificó, permite llegar a una muy decente velocidad punta a final de recta. El mejor tiempo de 1:06:80, está casi a la altura de los coches de carrera del campeonato peruano de la TC2000.
El Civic, de serie, es un coche divertido, con el que tienes que trabajar más para poder llegar a tiempos cercanos a los del Yaris. No es tan rápido en recta, ni tan ágil en curva como el Toyota, pues le penaliza el mayor peso, y se nota un ligero lag al entrar el turbo que le perjudica a la hora de pisar a fondo el acelerador en la salida de las curvas. Sin embargo, tiene unos frenos extraordinarios en tacto, como en eficacia. Se quedó a un segundo del mejor tiempo del Yaris, pero resulta muy divertido de conducir al límite, porque te transmite muchas más sensaciones.
Por lo tanto, en conclusión, si tienes $55,000 para comprarte un juguete que vas a llevar a trackdays… tendrás que tomar en consideración varios asuntos. A nivel de versatilidad y comodidad, el Type R resulta un coche más fácil de usar todos los días, llevar acompañantes, meter bultos en el maletero y tiene un interior más Racing. A nivel de performance, si quieres efectividad e ir rápido, el Yaris es tu coche, pero si quieres divertirte en un coche que te transmite más la transferencia de pesos, y con el que tienes que trabajar más, el Civic es un perfecto juguete para ti. Y ojo, que, si le añades algunas modificaciones como la reprogramación, seguro estará en los tiempos del Yaris. ¡La decisión es tuya y va en función de gustos y formas de conducción!
